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miércoles, 5 de agosto de 2009

ALCANCES Y LIMITACIONES DE LA LIBERTAD DE PRENSA

Carlos Ayala Ramírez
Director de Radio Ysuca
La libertad de expresión comprende diversas modalidades entre las cuales podemos citar la libertad de culto, de creación artística, de cátedra, de prensa e incluso la libertad de no expresarse (derecho al silencio). En lo que respecta a la libertad de prensa, su ejercicio entraña diversas actividades: el derecho de empresa, el derecho a la información, el derecho de crítica y los derechos de los periodistas. En efecto, la libertad de prensa o de información supone la posibilidad de fundar, administrar, dirigir, lucrar, una empresa dedicada a las comunicaciones, cuyos productos son la información y el entretenimiento. Implica además, el derecho a buscar, recibir y difundir información e ideas de toda índole, así como el derecho y el deber de interpretar la realidad, formando la opinión pública. Incluye también, la libertad de conciencia del periodista y su derecho de mantener en anonimato las propias fuentes.
Pero, la libertad de prensa no debe ser vista sólo desde quien ejerce la función de informar, por mucho que éste tenga el principal protagonismo. Este es un derecho de doble vía: puede ser reclamado tanto por el sujeto activo, como por los sujetos pasivos de la relación informativa. Este último, por ejemplo, puede y debe exigir que las informaciones suministradas sean veraces, es decir, se fundamenten más en los datos de la realidad y no tanto en la visión subjetiva de quien informa. Puede y debe exigir el derecho de respuesta o de réplica, sea para obtener la publicación de un pensamiento o una declaración, sea para obtener un desagravio.
Una prensa libre, responsable y objetiva es indispensable en toda sociedad que se presuma democrática. Por ello debe existir un orden jurídico que proteja la libertad de informar, que garantice el acceso de los medios a las fuentes de información, pero al mismo tiempo, que demande de los medios ser responsables con la información difundida y se garantice al ciudadano común ser informados con la mayor objetividad posible, por muy complejo y difícil que sea ese propósito.
La libertad de expresión, pues, es condición de posibilidad para que haya libertad de prensa. Sin embargo, sin esta última la primera tendría escaso valor aunque se reconociera jurídicamente, pero se impidiese o coartara la libertad de expresarla a través de medios masivos. Ahora bien, la libertad de prensa no agota el contenido de la libertad de expresión y no se reduce a las garantías que tienen o debieran tener los periodistas para ejercer su labor, ni a las exigencias que demandan los grandes propietarios de los medios de comunicación. Tiene que ver, de igual manera, con el derecho del público a conocer los hechos y las opiniones, con el fomento del diálogo abierto con los interlocutores, con el derecho de réplica (tan necesario cuanto más difícil sea asegurar la objetividad en la información) y con la opinión de la comunidad a cuyo servicio debe estar la prensa libre. Todo ello tiene sus exigencias muy concretas: que la información sea producida y transmitida sin cortapisas, pero con responsabilidad; garantizar la inclusión en el derecho a ser informado; la existencia de una diversidad de medios que rompan la información sesgada o el control de la misma por los monopolios comunicacionales y la recepción crítica por parte del público.
Ahora bien, contrariamente a lo que piensan los absolutistas y maximalistas, que reclaman una ilimitada libertad de expresión y de prensa, como si éstas pudieran estar por encima del bien y el mal; la moderna concepción de estas libertades pondera unos límites internos y externos. Los primeros hacen referencia a la búsqueda y a la comunicación de la verdad, como actitudes propias de los comunicadores sociales, y como contrapeso al peligro de la información falsa, del encubrimiento o de la desinformación. Los límites externos, por su parte, consideran otros bienes jurídicos de igual jerarquía, como son los derivados de los derechos de la personalidad o derechos personalísimos que bien pueden aparecer, en un momento dado, en colisión o conflicto con las libertades de expresión y de prensa. En este plano se postula un adecuado equilibrio entre los bienes jurídicos en eventual conflicto. De tal manera que, no necesariamente ha de prevalecer la libertad de expresión por sobre el honor o la privacidad de las personas, pero viceversa, el honor o la privacidad no pueden ser considerados prevalentes en todo caso.
Algunos criterios para establecer este equilibrio son: el bien común (que no ha de confundirse con la curiosidad pública), el daño eventual a terceros inocentes (no permitir el sufrimiento de una víctima por causa de una conducta mantenida oculta o en silencio), el consentimiento otorgado por las personas concernidas (para que se publiquen sus asuntos íntimos o privados) y el carácter público de las personas implicadas (el desempeño de funciones públicas reduce la privacidad).
El propósito de estos límites es muy concreto: evitar la impunidad periodística que, como citamos arriba, puede derivar en desinformación, encubrimiento y en daño al honor y la dignidad de las personas. Las libertades aquí analizadas en cuanto pertenecen a un Estado democrático y a un régimen de derecho, suponen, por un lado, diligencia del informador, a quien se le puede y debe exigir que lo difundido como "hechos" hayan sido objeto de previo contraste con datos objetivos (veracidad); y por otro lado, que el interés informativo no esté determinado por la curiosidad malsana del público, por la noticia "que se vende" o por los resultados de los índices de audiencia, en menoscabo del honor y vida privada de los hombres y las mujeres involucrados en la noticia.

5 comentarios:

COMUNICACION dijo...

Como estudiante de comunicacion estoy arto que pongan como únicos diarios de referencia abc y compañia, cuando vamos a conocer periodicos de otras partes del mundo? y TV. que no sean las novelas de Telefuturo y otros.

Anónimo dijo...

Para eso están los medios alternativos de comunicación viejo, sabemos que las informaciones todas son filtradas por las grandes cadenas multinacionales, por lo tanto procesan la información de acuerdo a sus intereses, es el caso de cnn de la red Turner o la BBC de Londres.

Anónimo dijo...

Dejate de joder, agredecé sique que haya cnn o bbc chamigo, o sino que pasaria de nosotros, los yankees son los megores karay!

Anónimo dijo...

NDE TAVY KATU...MBA-E LO MEJOR PIKO AIPO YANKI. ENTONCES MUDATE ALLÁ, A VER SI TE DEJAN ENTRAR LOCO.

Anónimo dijo...

Que taby este anónimo.. aguante USA carajennn... jajaja....