FUENTE: http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/orienteproximo/2010/05/12/la-imponente-y-samaritana-dentista.html
HAIFA-Desde el 2003, la dentista israelí Shifra Shlomovich tenía pesadillas con Meir Efler. Un duro abogado de mucho prestigio y poseedor de largas manos ya que supuestamente intentó abusar de ella cuando alquiló la casa de un cliente suyo. Al negarse a sus intentos de ligue y amenazar con denunciarle por sus toqueteos, Shifra sufrió un sinfín de represalias y presiones. “Un dia vino a casa y empezó a tocarme. Me dijo que si le denunciaba en comisaria, acabaría conmigo”, nos cuenta mientras toma una taza de té en Haifa, la ciudad que la acogió desde que emigrara en el 97 de Rusia. El abogado y el dueño de la casa que Shifra alquiló (con su hijo de 9 años) se aliaron para hacerla pasar desde entonces un infierno material y psicológico. Siete años de trucos, intentos de expulsión de la casa y castigos que han acabado esta semana de forma increíble e imprevista.
La Dra Shlomovich, en Haifa
El Tribunal de Haifa ha sido el escenario del juicio que casi manda a Efler al otro mundo. Shifra presentó una demanda de 60.000 euros contra los dos señores por los daños ocasionados desde el 2003. La alta y llamativa dentista subió al estrado con miedo debido a la fama de “implecable” del abogado, conocido por sus propios colegas de profesión como el "experto en triturar a los testimonios y rivales".
En la tensa sesión, él ya no la veía como un objeto sexual sino como una víctima más de su dialéctica sin piedad. Nada más verla en el estrado, comenzó el ataque. “La señora no es doctora, es una farsante con un pasado muy turbio. Quiero enfatizar que esta demanda es una farsa y que ella no sabe nada de medicina. No tiene ni licencia”, exclamó Efler.
Shifra relata el desenlace de la historia: “Me hizo un montón de preguntas. Me estaba desprestigiando sin piedad, poniendo en duda mis capacidades como doctora. Nunca lo pasé tan mal en público. De repente y tras una hora de preguntas, el hombre se desmoronó. Se cayó al suelo y perdió la conciencia. Entendí perfectamente que estaba sufriendo un ataque de corazón. No me lo pensé dos veces y fui corriendo a su socorro. Con ayuda de dos guardias, le subimos a la mesa de la sala. La jueza estaba alucinando. Le quité la corbata y la chaqueta y le hice respiración artificial y otras acciones para salvarle la vida”.
“Tras 20 minutos, llegó la ambulancia y se lo llevó al hospital. Su hijo me dio las gracias por salvarle la vida”, recuerda orgullosa.
Eso de “al enemigo, ni agua”, no entra en el vocabulario de Shifra que no dudó en hacerle un boca a boca a su amarga pesadilla. Le salvó la vida pese a que cinco minutos antes el abogado la estaba acribillando. “En esos momentos, no piensas en los años de sufrimiento que te ha provocado ni que es el abogado de la parte contraria. Sólo ves un objetivo, ayudar a una persona a punto de morir. Da igual que cinco minutos antes me llamara de todo. Es un privilegio salvar la vida de un ser humano. Y un deber”, nos explica.
Durante la conversación, su teléfono no para de sonar. Diarios israelíes la llaman para saber más detalles de su heroica acción. Shifra sabe que hoy tendrá alguna que otra página en el diario. Mientras, el estado del abogado “es estable pero muy grave”, según el comunicado del Hospital Rambam de Haifa.
Shifra no sabe qué pasará con la demanda pero espera que su dramática intervención lleve a un acuerdo con el propietario de la casa. Si el abogado se recupera y sale vivo del Hospital, nunca olvidará la rápida acción de la que mujer que acosó y definió como "farsante y con pasado muy turbio". "El honor es más importante que el dinero y el rencor", concluye la dentista de Haifa, la nueva samaratina del norte de Israel.
HAIFA-Desde el 2003, la dentista israelí Shifra Shlomovich tenía pesadillas con Meir Efler. Un duro abogado de mucho prestigio y poseedor de largas manos ya que supuestamente intentó abusar de ella cuando alquiló la casa de un cliente suyo. Al negarse a sus intentos de ligue y amenazar con denunciarle por sus toqueteos, Shifra sufrió un sinfín de represalias y presiones. “Un dia vino a casa y empezó a tocarme. Me dijo que si le denunciaba en comisaria, acabaría conmigo”, nos cuenta mientras toma una taza de té en Haifa, la ciudad que la acogió desde que emigrara en el 97 de Rusia. El abogado y el dueño de la casa que Shifra alquiló (con su hijo de 9 años) se aliaron para hacerla pasar desde entonces un infierno material y psicológico. Siete años de trucos, intentos de expulsión de la casa y castigos que han acabado esta semana de forma increíble e imprevista.
La Dra Shlomovich, en Haifa
El Tribunal de Haifa ha sido el escenario del juicio que casi manda a Efler al otro mundo. Shifra presentó una demanda de 60.000 euros contra los dos señores por los daños ocasionados desde el 2003. La alta y llamativa dentista subió al estrado con miedo debido a la fama de “implecable” del abogado, conocido por sus propios colegas de profesión como el "experto en triturar a los testimonios y rivales".
En la tensa sesión, él ya no la veía como un objeto sexual sino como una víctima más de su dialéctica sin piedad. Nada más verla en el estrado, comenzó el ataque. “La señora no es doctora, es una farsante con un pasado muy turbio. Quiero enfatizar que esta demanda es una farsa y que ella no sabe nada de medicina. No tiene ni licencia”, exclamó Efler.
Shifra relata el desenlace de la historia: “Me hizo un montón de preguntas. Me estaba desprestigiando sin piedad, poniendo en duda mis capacidades como doctora. Nunca lo pasé tan mal en público. De repente y tras una hora de preguntas, el hombre se desmoronó. Se cayó al suelo y perdió la conciencia. Entendí perfectamente que estaba sufriendo un ataque de corazón. No me lo pensé dos veces y fui corriendo a su socorro. Con ayuda de dos guardias, le subimos a la mesa de la sala. La jueza estaba alucinando. Le quité la corbata y la chaqueta y le hice respiración artificial y otras acciones para salvarle la vida”.
“Tras 20 minutos, llegó la ambulancia y se lo llevó al hospital. Su hijo me dio las gracias por salvarle la vida”, recuerda orgullosa.
Eso de “al enemigo, ni agua”, no entra en el vocabulario de Shifra que no dudó en hacerle un boca a boca a su amarga pesadilla. Le salvó la vida pese a que cinco minutos antes el abogado la estaba acribillando. “En esos momentos, no piensas en los años de sufrimiento que te ha provocado ni que es el abogado de la parte contraria. Sólo ves un objetivo, ayudar a una persona a punto de morir. Da igual que cinco minutos antes me llamara de todo. Es un privilegio salvar la vida de un ser humano. Y un deber”, nos explica.
Durante la conversación, su teléfono no para de sonar. Diarios israelíes la llaman para saber más detalles de su heroica acción. Shifra sabe que hoy tendrá alguna que otra página en el diario. Mientras, el estado del abogado “es estable pero muy grave”, según el comunicado del Hospital Rambam de Haifa.
Shifra no sabe qué pasará con la demanda pero espera que su dramática intervención lleve a un acuerdo con el propietario de la casa. Si el abogado se recupera y sale vivo del Hospital, nunca olvidará la rápida acción de la que mujer que acosó y definió como "farsante y con pasado muy turbio". "El honor es más importante que el dinero y el rencor", concluye la dentista de Haifa, la nueva samaratina del norte de Israel.
1 comentario:
que grande la odontologa..bien que se haga eco de esto.. la noticia indigna y luego deja una especie de orgullo ajeno y muchisimo aprecio por esta sra..
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