Acurrucada
entre tus labios, con todos los días del mundo para encontrarte.
Tu boca,
un pozo de noche donde anidan todas las estrellas.
Una tarde de una vez me regalaste una eternidad,
tenía el tamaño justo de tu beso, tenía el sabor preciso de un instante.
Una tarde de una vez me regalaste una eternidad,
tenía el tamaño justo de tu beso, tenía el sabor preciso de un instante.
Una noche de un día, danzaba yo al abrigo sincero de tus labios,
y había sol en tus ojos, y había más labios en tus dulces manos.
La eternidad de la noche guarda el trazo de nuestro lecho,
sabe sus medidas, respeta sus esquinas, y a veces no.
y había sol en tus ojos, y había más labios en tus dulces manos.
La eternidad de la noche guarda el trazo de nuestro lecho,
sabe sus medidas, respeta sus esquinas, y a veces no.
Tu boca esconde
un himno de susurros, un cálido y misterioso viento,
es un mar de besos y una orilla de mieles, y a veces no.
Tu eterna boca es a veces lo único que me despierta al mundo,
a veces no, a veces se me hace el sueño más dulce y profundo.
A veces tu boca es un beso eterno,
a veces ese beso te lo doy yo.
es un mar de besos y una orilla de mieles, y a veces no.
Tu eterna boca es a veces lo único que me despierta al mundo,
a veces no, a veces se me hace el sueño más dulce y profundo.
A veces tu boca es un beso eterno,
a veces ese beso te lo doy yo.
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