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viernes, 23 de octubre de 2015

El panopticismo universitario

Por Salvatore Brienza

En Wikipedia dice que:
“El panóptico es un tipo de arquitectura carcelaria ideada por el filósofo utilitarista Jeremy Bentham hacia fines del siglo XVIII. El objetivo de la estructura panóptica es permitir a su guardián, guarnecido en una torre central, observar a todos los prisioneros, recluidos en celdas individuales alrededor de la torre, sin que estos puedan saber si son observados.”
“El efecto más importante del panóptico es inducir en el detenido un estado consciente y permanente de visibilidad que garantiza el funcionamiento automático del poder, sin que ese poder se esté ejerciendo de manera efectiva en cada momento, puesto que el prisionero no puede saber cuándo se le vigila y cuándo no.]
Este mismo modelo es el utilizado en las escuelas, colegios y universidades del país. Un modelo panopticista de la educación donde se garantiza el control, vigilancia y posterior castigo a los que incurren en delitos o faltas dentro de la institución.
En la Facultad de Filosofía de la UNE, este modelo es real, claro y contundente y no ha cambiado nunca. Para todos nosotros los que habitamos en la institución no es nada raro llamar Pabellón 1, 2 o 3, Sala Modelo o Salón de Actos a las estructuras edilicias de la facultad.
Pasillos de la FAFI
El propio concepto de Pabellón es similar al modelo carcelario. Donde los reclusos están amontonados en celdas con ventanas de hierro. (¿Hay alguna semejanza con nuestra estructura?)
En algunos colegios tradicionales existía la figura del Celador (hoy son Coordinadores de Carrera) siendo el responsable de Vigilar y castigar, usando el término de Michel Foucault,  a los que sin autorización” están fuera de las aulas. En algunos casos tenían el derecho de aplicar castigos corporales a los infractores.
El Coordinador, en este modelo de educación no es la figura que articula técnicas pedagógicas, incluso inter y multi disciplinarias, para una mejor educación de los estudiantes. Es el “perro guardián” de los pasillos; el carcelero que cuida de los presos.
El Coordinador es el CO-ORDENADOR es el que “ayuda” a poner orden y de paso “Vigilar” lo que las autoridades desean, en base a amenazas, maltratos, controles y castigos, que lo aplican según el criterio de la “autoridad”.
Estos conceptos básicos, panopticismo, vigilar, castigar y coordinador, representan exactamente el modelo de educación universitaria que tenemos en el Paraguay y en especial en la Facultad de Filosofia de la UNE.
Este es el modelo en el cual, el individuo pasa a ser una “matricula”  y por ende, no debe pensar, hablar y mucho menos reclamar.
Este individuo/matricula, o “número” en términos más militares, es considerado nada más que un elemento discursivo de la gestión administrativa de los Decanos y Decanas de las distintas facultades. Para ellos siempre fueron más importantes lo Directores, que dirigen a los demás donde ellos quieren) y los Coordinadores, que ayudan a poner orden en las estructuras de poder.
Estructura de una cárcel peruana
Esto último nos lleva al concepto de Habitus de Pierre Bourdieu que dice es el conjunto de esquemas generativos a partir de los cuales los sujetos perciben el mundo y actúan en él. Estos esquemas generativos generalmente se definen como "estructuras estructurantes estructuradas"; son socialmente estructuradas porque han sido conformados a lo largo de la historia de cada agente y suponen la incorporación de la estructura social, del campo concreto de relaciones sociales en el que el agente social se ha conformado como tal. Pero al mismo tiempo son estructurantes porque son las estructuras a partir de las cuales se producen los pensamientos, percepciones y acciones del agente. Dicha función estructuradora se sostiene sobre los procesos de diferenciación en cuanto a las condiciones y necesidades de cada clase.”
Este modelo PANOPTICISTA, carcelario, vigilante y por sobre todo, manipulador del pensamiento de los estudiantes debe terminar con el cambio de nuestras autoridades.
No se puede seguir pensando como ellos. Debemos romper con estas estructuras que no sólo desalientan el pensamiento crítico, sino que imponen un modelo que en las condiciones actuales del mundo es inadmisible seguir sosteniendo.



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