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jueves, 1 de abril de 2021

La dura realidad del día después

Por Salvatore Brienza
¿Qué pasa el día después?
¿Qué actitudes tomamos ante la vida y la muerte? El nacimiento y la muerte, los extremos de la vida.
Todos, de alguna manera nos hemos preguntado por el "día después".
¿Qué decidimos hacer?
En estos últimos tiempos, la incertidumbre es la constante. Nadie sabe, qué pasará el día después. 
El idioma guaraní tiene, quizás la mejor explicación del día después.
Cuando decimos "mañana" la palabra es "ko'êro".
En la cosmogonía "el mañana es una incertidumbre". Su traducción sería "si amanece".
De ahí viene, aquel mal chiste que se contaba en la época del General Andrés Rodríguez que decían que se le envió mercaderías a un grupo indígena y que el militar encargado de hacer llegar las provisiones le preguntó al cacique: "Araka'e aju jeýta agueru haguâ pe'ême, he'ika ndéve ñande mburuvicha".
(Cuando volveré para traer de nuevo, te hace decir el General)
Y el cacique, mirando la cantidad, dijo: "Roje forza'imîro, ja'upaitéta ko'ê ambuero". (Si nos esforzamos, vamos a comer todo pasado mañana)
Esta respuesta, si bien es jocosa en el sentido de "PORQUE NO GUARDAR PARA COMER MAÑANA" no tiene que ver con eso.
Tiene que ver con la incertidumbre del mañana y la posibilidad del vivir bien hoy, sin importar el mañana. 
La concepción del tiempo, es una especie de Budismo Zen en el pensamiento guaraní, donde lo importante es el "AQUI Y EL AHORA".
El ko'êro, (Si amanece) es una incertidumbre para el pensamiento indígena. 
El ko'ê  es la mañana y una de las fases del día. Ellas son: madrugada, mañana, mediodía, siesta, tarde y noche. Y nosotros analizaremos el "ko'êro" antes que se haga realidad, es decir entre la madrugada y la mañana. 
El ko'êro, tiene sus variables,  antes de producirse la mañana plena de sol. 
Consulte a varios amigos, conocedores del idioma y pude identificar estos momentos. Aclaro que esto no es definitivo, y mucho menos, totalizador en el esquema del lenguaje guaraní o en las diferentes etapas del amanecer. Habrán mejores explicaciones y mayor conocimiento, pero para este escrito es lo que necesito como punto de análisis.
Estas variables del amanecer son:
- Ko'êju,(La mañana que vienes. Ko'emañana, ejuvienes) vendría a ser la llegada de la mañana.
- Ko'êtî o ko'ê morotî (Alba, amanecer), sería el momento en que en el horizonte se ve el inicio de la claridad producida por el sol, que, aparentemente, esta saliendo o viniendo.
- Ko'ẽ tiri
, (cuando el sol empieza a destellar en el horizonte)
- Ko'ẽ pytangy, cuando la luz del sol, se mezcla con la oscuridad de la noche y se ve el horizonte de un color violáceo tirando a rojo.
- Ko'êtîsoro, (Cuando se forma el arco de luz que precede al sol) es cuando los rayos del sol rompen el alba y se despliegan sus primeras luces en el horizonte.
- Ko'ê sa'yju, cuando la luz del sol, es más fuerte y empiezan a verse en el horizonte el amarillo, más no el sol.
Ko'ẽmbota, es una pequeña fracción de tiempo, cuando el sol ya casi es perceptible por sus rayos.
ko'êti soro,  es cuando los rayos del sol rompen el cielo y la oscuridad.
Ko'ẽmba, cuando el sol ya se levanta en el horizonte y en la naturaleza ya casi todo es visible.
Ko'ê, es cuando el sol ya está por encima del horizonte y todo es visible y empieza la jornada sin peligros.
Entonces, el "ko'e ambuero" no es sinónimo de "glotonería" o de "irracionalidad por no racionar" los alimentos. Es simplemente el disfrute del "aquí y el ahora", porque en la naturaleza del indígena es compartir en familia, no acumular riquezas y compartir de lo que podemos tener a mano para vivir. 
Por eso, su amanecer es largo hasta la mañana. Es el disfrute de la contemplación, de la belleza de la naturaleza.
Porque "ko´êro ipuku" (El mañana es una posibilidad y es largo) y no hay garantías de amanecer de nuevo.
Además el "ko'êro ndaha'éi iseguropáva" (El mañana nunca es seguro) dice el refrán popular.
Es por eso que en estas épocas de pandemia, en que todos los días vemos la realidad del país, en términos sanitarios, políticos, económicos o lo peor, despedir a algún "amigo, familiar, conocido o desconocido" pero que ha sido afectado por el Covid-19 o el colapso del sistema sanitario, nunca sabemos lo que puede pasar.
La incertidumbre es la dura realidad del día después.
Tenemos un país que no está planificado. Nunca lo estuvo, si no era para la corrupción y el robo al estado. Es decir, al pueblo en general.
Cada político, sean municipales, departamentales o nacionales, que ganan elecciones tienen sus propios proyectos y, aparte de criticar a la administración anterior, empieza todo de nuevo. 
Desde contratar a amigos y parientes o "regalar contratos a empresas de los que financiaron la campaña o arreglar licitaciones para los amigos de los amigos".
Nadie sabe reconocer el esfuerzo del otro y continuar con los buenos proyectos o pedir que los opositores se unan a la idea de un gobierno de todos y para todos.
Somos un país impredecible, porque somos egoístas. "Ñandénte ja'upávaerâ" (Nosotros debemos comer todo)
No hay un amanecer para todos, porque no hay planificación desde los gobiernos, desde los partidos, desde los que se postulan para algún cargo para que todos sin exclusiones, puedan tener la seguridad de que habrá dignidad para el prójimo.
Todos vivimos con el "ko'êro" como posibilidad e incertidumbre.
Sin embargo, todos queremos que haya un "ko'êroite" (Un mañana seguro).
Aprendamos a mirar el mañana con esos matices que nos enseña nuestra lengua guaraní.
Que  todas esas etapas se hagan realidad y que el sol limpie la oscuridad que vivimos y podamos transitar el mundo sin peligro.

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