* Por Aldo Dávalos
Segundo año de Ciencias de la Comunicación
En plena primavera llega una lluvia y un frío inesperado, y en ese frío del suelo, es donde niños sin hogar duermen tapados con hojas de periódicos o cartón, intentando engañar a esa madrugada fría llena de niebla que trae consigo al amigo hambre.
Es ese frío inmenso, el que llena de recuerdos a muchas parejas enamoradas, pero de mucha tristeza a niños olvidados, olvidados en el ocaso, olvidados por el simple hecho de no tener un hogar donde refugiarse del frío y se esconden bajo la mirada triste y hambrienta.
Frío sin piedad que azota todo a su paso, un frío inminente, sin tan sólo un niño de la calle tuviera un hogar, tuviera leche tibia, una cama calentita y no el suelo de las veredas, ¡tanta pena ante tanta maldad!
PARAGUAY despierta! Mira a tu alrededor, siente el latido de los corazones de esos niños que mañana serán tu futuro.
Este cuento que tenga final feliz con el amor por los niños y que el maldito frío vaya lejos del Paraguay. ¡Qué lindo sería un Paraguay lleno de bondad!
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