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domingo, 17 de junio de 2018

¿JUSTICIA=ABORTO LEGAL?


Por Juan Enciso
Yo no estoy a favor del aborto. Y ¿cómo estarlo? si todos mis principios me dicen que la vida tiene un valor incalculable y es intrínseco. ¿Como una vida se constituye en más valiosa que otra? Tal vez, decide el más fuerte. Y vamos entonces a pensar, ¿desde dónde consideramos que empieza la vida?
Este es un tema candente en los últimos tiempos por la ola buscadora de libertades para la mujer, y de protegerlas en ese acto tan dañino para la vida, tanto para la mujer como para el embrión, que ya tiene la potencia de un ser humano, el cual es siempre realizado en la oscuridad de lo clandestino.
Es una realidad que nos interpela ciertamente, ya que, aunque esté penado por ley, de igual manera conocemos casos de mujeres que se practican abortos por más leyes positivas y morales establecidas que existan, son hechos que quedan impunes por la poca capacidad de la ley para probar esos delitos.
Se presenta como todos los males de nuestra sociedad, como un mal endémico que vulnera los derechos primeros de los sujetos implicados. Y es ese uno de los argumentos mas fuertes de los que están a favor, que el aborto sea seguro legal y gratuito ya que con la prohibición lo único que se logra es que las mujeres corran mas riesgos. Suena a una suerte del dicho “si no puedes contra ellos úneteles”. Pero no niego esa realidad social que sufren las mujeres.

El estado como ente regulador de las actividades de los individuos en la sociedad tiene como fin el bien común, en dicha búsqueda se declara laico, sin religión, o sea que no puede dejarse influenciar por dogmas o doctrinas externas, tiene que legislar para el bienestar del pueblo. Y el estado se funda en principios, o por lo menos los democráticos, Libertad e Igualdad principalmente, libertad para elegir igualdad porque todos somos iguales ante la ley.
Y la libertad es fundamental pues sin ella todos los otros estarían en vano, y por eso todos son libres de hacer o no hacer. Ahora bien, eso no quita que el aborto sea un hecho que atenta contra la ética. El derecho natural fuente inspiradora de todos los sistemas de regulación en los conjuntos de individuos, de ahí surge la moral, los derechos humanos y derecho positivo en general, en específico el derecho positivo que es la representación más tangible del D. N, es lo que utiliza el estado para ejercer su poder, hoy se ve desviado de lo que es su inspiración. Pues olvidó otro principio fundamental para ejercer todos los derechos que es la vida. Y esa vida, vida humana en potencia que va perfeccionándose, es truncada y atacada. Se anteponen vida sobre vida, que son lo mismo en esencia, por el simple hecho que una de ellas es superior en acto. Esto me lleva a decir que el aborto no es algo para celebrar, no es un bien de la sociedad si no un acto penoso.
Y en palabras de uno de mis preceptores “El aborto es un mal padecido no un bien querido, lleva implícita la vergüenza de matar a un inocente, no porque se despenalice desaparecerá la clandestinidad ni será éticamente correcto”
La ley podrá despenalizar o reglamentar determinadas acciones, pero no por eso será ético o correcto para la moral.


domingo, 25 de marzo de 2018

DORMIREMOS CON LAS VENTANAS ABIERTAS


Por Julián Juan María Enciso Núñez 
“Desde que están los Linces duermo con la ventana abierta”, es lo que expresaba una publicación de un conciudadano el día que “Los Linces” empezaron a operar en la ciudad donde vivo. Y es más, me causo impresión las reacciones de las personas ante la aplicación de este nuevo sistema de seguridad, que fue vitoreado y alabado, como la nueva esperanza del pueblo y por fin la erradicación de la inseguridad. Pero, ¿será que la inseguridad y violencia vividas diariamente se acabara con medidas represivas como la policía motorizada?
Tocando este tema, quisiera tomar de referencia lo que yo creo es una explicación coherente de lo que sucede en nuestra realidad paraguaya. Para ello me remontaré a uno de los últimos libros lanzados por el Sociólogo y Filosofo Zygmunt Bauman titulado “Retrotopía”. En la introducción a la era de la nostalgia donde describe como nuestra sociedad actual vive con la idea de que el futuro que le depara no es lo que desea para su vida y en base a ideas erradas cree que en un pasado estuvo mejor que hoy. 
Nuestro mas famoso ejemplo en la realidad paraguaya es “en los tiempos de mi general estas cosas no pasaban”. Considero que muchos de los paraguayos creen aun que el stronismo fue el “mejor gobierno de nuestra historia”, aunque la realidad es distinta y solo fue un gobierno que nos sumió en la ignorancia y en la dependencia del “Tendota”.
Siguiendo con Bauman, en el primer capítulo titulado de vuelta a Hobbes, explica cómo los ciudadanos también buscan en el poder del estado esa respuesta a la violencia que vive diariamente. Invocan al Leviatán para que lance uno de sus tentáculos con el fin de detener el enfrentamiento diario.
En nuestra singular situación esa invocación va llena de añoranza a los tiempos de “PAZ Y PROGRESO” de la dictadura. Este tentáculo se hizo presente y tiene nombre, “Lince”, la policía motorizada que esta dando satisfacciones a tantos ciudadanos por un lado y por otro causando disgustos e inquietud en las minorías. Ciertamente, la gente se siente mucho más segura con sujetos con aspecto intimidante y la propaganda que se les hace.
Deberíamos preguntarnos; ¿Sera que la policía motorizada LINCE acabara con el crimen? O es una simple ilusión y campaña publicitaria del estado para evitar solucionar uno de sus mayores problemas de fondo como la educación, salud y su innegable repercusión en la falta de oportunidades para que la gente salga adelante para superarse.
La violencia es el recurso que se aplica para luchar contra la violencia generada por la necesidad. De esta manera se crea un círculo vicioso interminable, que instalara en el consciente colectivo la idea de que ese medio es el único modo de solucionar este problema social.
Por otro lado, la ética dialógica nos propone otra alternativa.
Somos seres humanos con capacidad racional porque quedarnos con la pseudo solución resulta ser más de lo mismo. Por qué no buscar el dialogo entre todos. Muchos pensadores dedicaron sus estudios a explicar cómo es posible llegar a un acuerdo entre todos, viendo las necesidades de los demás. Es necesario crear una cultura del dialogo que implica una actitud de aprendizaje constante y de estar abiertos a los demás, viéndolos como interlocutores válidos, buscando el consenso entre todos. Esa es la única manera para ser una sociedad con verdadera libertad.