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miércoles, 24 de marzo de 2021

A UN AÑO DE TODO Y DE NADA

Por Salvatore Brienza
Hace 1 año, marzo del 2020, íbamos a Cuarentena Total sin ningún tipo de remordimiento, porque sabíamos que todo el sistema de Salud era precario y no había chances de soportar los contagios en esta Pandemia y todo iba a colapsar si los estudiantes seguían en las escuelas y colegios, los colectivos abarrotados de personas, las empresas y comercios operando sin ninguna política de prevención. 
La primera muerte víctima del Covid-19 fue un médico. Era quizás una dura premonición. 
La idea era enfermarnos a poco, para que el sistema pueda soportar. Éramos ejemplo mundial. 
Pero un día, cedimos ante la presión de los políticos, de los empresarios del deporte, luego los gastronómicos. 
Después los industriales, y empezamos a liberar todo. 
Todos nos relajamos. Hicimos encuentros kañyhápe (escondidas), participamos de bodas, bautismos, cumpleaños, fuimos a las fiestas de fin de año. Pero no pudimos asistir a muchos funerales.
Muchos se sintieron "aliviados" para ir a vacacionar a Brasil. Y la pandemia seguía viento en popa en el país de la "gripesinha". Muchos viajaron sin cumplir con los protocolos y volvieron, sin cumplir con los protocolos. 
Hoy, marzo del 2021, volvemos a Cuarentena Total, sin tantas restricciones como hace 1 año. 
Pero la realidad es diferente. 
Estamos con las nuevas Cepas, más contagiosa y menos conocida. Los hospitales están colapsados, públicos, privados y de contingencia. Ya no hay oxigeno en los hospitales, faltan medicamentos, y le hicimos renunciar al Ministro de Salud. Muchos médicos y enfermeros, murieron por contagios en los hospitales. 
Todos, incluida la gente de a pie, la que más va a sufrir, sólo culpa al gobierno. 
Pero guste o no, nos relajamos. Y siempre nos dijeron: "A este virus no se le gana en los hospitales".
Alemania fue de nuevo a cuarentena, para evitar el contagio masivo.
Argentina nunca salió de cuarentena y se prepara para tomar decisiones más duras. 
España en varias comunidades autónomas fueron a cuarentena según su realidad. 
Chile ya colapsó hace rato, pero también iniciaron el proceso de vacunación. Según analistas, no es seguro que funcionen las vacunas y vuelvan a la "normalidad".
Estados Unidos ha restringido el ingreso personas procedentes de Brasil, Gran Bretaña o países africanos que tienen las nuevas cepas. 
Las vacunas están siendo producidas a un ritmo nunca antes visto en la humanidad. 
Fabrican los chinos, rusos, estadounidenses, británicos, israelíes, indios, coreanos del sur, etc. 
Y ya hay "vacunas falsas, para vacunarnos en serio" que son ofrecidas a los gobiernos más incautos. 
Aquí, esperamos donaciones, ofertas, precio, coimas, acuerdos, firmas, notas, cartas de intención, pero nadie garantiza que los 4 millones de paraguayos en situación crítica vayan a vacunarse en breve. 
Hay países y científicos que piden que los registros de patentes, de las distintas vacunas sean liberados, para que cualquiera pueda fabricarlos. (La humanidad ya ha recibido gestos solidarios de grandes científicos en otros casos). 
Se pidieron préstamos internacionales, se vendieron bonos, se volvieron a pedir préstamos y así vamos avanzando, creyendo que el dinero nos salvará como sociedad. Mucho de esos prestamos "sólo mantienen los privilegios de los políticos y sus huestes prebendarias"
Hay empresarios que negocian acuerdos con el gobierno, quieren comprar, vender, alquilar o los que sea, mientras otros solo quieren un pedazo de la torta del presupuesto para la compra de las vacunas. 
Hoy, la realidad es diferente. 
Si esto es lo que querían los "negacionistas del virus", aquellos que decían que quedarse en la casa no ayudaba, que usar mascarillas no aportaba, que lavarse las manos con gel no evita el contagio, que lo único que se consiguió es matar la economía. 
Sin embargo, no veo grandes empresas quebrando, las multinacionales nunca dejaron de operar y el contrabando, narcotráfico y otros negocios turbios, siguieron viento en popa. Muchas empresas siguieron vendiendo, poniendo en riesgo a sus funcionarios, contrabandeando o vendiendo a contrabandistas sus productos, para pasar las fronteras de y hacia Paraguay. 
Es el "Paraguay formal" que es informal, delincuente e hipócrita.
Los que quebraron eran las "empresas que siempre fueron informales", es decir, aquellos que por años estuvieron evadiendo impuestos, no pagando salarios mínimos o evitando registrar a sus funcionarios en el IPS, aunque igual les descontaban el porcentaje de aporte obrero. 
Es decir, el 80% de las empresas en Paraguay viven operando en la informalidad y por ello, no pudieron acceder a los créditos ofrecidos por las entidades bancarias. Y muchos siguen igual. No cambiaron. 
Los políticos, en los municipios robaron todo en estos 1 año de prórroga de mandato por pandemia.
Lo hicieron con los víveres, los medicamentos, las construcciones y ahora, que empezaron las campañas para las elecciones, están esperando volver a robarnos todo.
Sólo quiero que sepan que aunque el gobierno se haya preparado para lo peor, esperando lo mejor "no es el mejor escenario el que tendremos enfrente".
Ahora, como hace un año de nuevo depende de cada uno de nosotros.

#QuédateEnCasa
#EpytaNdeRógape


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