El retorno de los Brujos

Por Salvatore Brienza

En el libro El Retorno de los Brujos de Louis Pauwels y Jacques Bergier dice en su introducción:

"Es el relato, a ratos legendario y a ratos exacto, de un primer viaje a los dominios apenas explorados del conocimiento. Como en los manuscritos de los navegantes del Renacimiento, lo imaginario y lo verdadero, la interpolación aventurera y la visión exacta, se mezclan en él. Y es que no hemos tenido tiempo ni medios de llevar hasta el final nuestra exploración. Sólo podemos inspirar hipótesis y trazar bocetos de las vías de comunicación entre los diversos dominios que, por ahora, sigue siendo tierra prohibida, y en los que sólo hemos podido permitirnos breves estancias. Cuando hayan sido mejor explorados, sin duda se advertirá que muchas de nuestras palabras eran delirantes, como los relatos de Marco Polo. Es un riesgo que aceptamos de buen grado. «Había muchas tonterías en el libraco de Pauwels y Bergier.» Esto es lo que dirán. Pero si este libro ha servido para alentar el deseo de explorar más de cerca, habremos logrado nuestro propósito."

La ciencia del conocimiento no se enriquece sólo de teorías científicas, en muchos casos, de historias fábulas y construcciones mentales no asociadas a la lógica del hombre que luego, descartado al principio, va convirtiéndose en tema a discutir y analizar en el mundo científico.
Así, mientras el mundo va ingresando al universo de la Inteligencia Artificial, encontramos personas que quieren volver al "medioevo". Época en que las ideas eran dirigidas por los dogmas de las religiones, y especialmente, por los líderes de la iglesia católica. Es en este tiempo, la civilización entró en  los mil años de oscuridad y terror.

Entre los siglos XIII y XIV, "la Inquisición" al servicio de los Papas emprendieron una carrera contra todo tipo de herejías, persiguiendo judíos, sarracenos, cátaros o cualquier grupo que piense diferente al dogma católico.
A principios del Siglo XX, cuando llegó Hitler al poder, con su impronta de "raza superior", el más grande genocidio europeo, surgió de la mano de un hombre "bonachón, vegetariano, abstemio y amante de los animales".
Es decir, así como la "Santa Inquisición", Hitler y sus propios "Inquisidores", las SS (Schutzstaffel; escuadrones de protección) llevaban como "ovejas al matadero a judíos, negros, gitanos, masones o cristianos", que no cumplieran sus requisitos "sanguíneos o de raza".

Las SS y los Vagones de la Muerte

Décadas atrás, vimos como un grupo de fanáticos islámicos, denominados talibanes, dirigidos desde las sombras por el "guerrero Muyahedin Osama Bin Laden" (Ex agente de la CIA entrenado para combatir la invasión soviética en Afganistán, y que fue formando un grupo de "Guerreros Islámicos") se convertía en la inspiración para destruir el "occidente blanco, cristiano y cruzado" al que sirvió años atrás.

De igual manera, y luego de la muerte de Bin Laden, aparece el Estado Islámico o ISIS, cometiendo atrocidades similares a la inquisición. 
ISIS-K y los talibanes son demencialmente radicales y establecen la cosmovisión islámica desde el dogma y los rituales hasta la conducta en la vida cotidiana. La diferencia política es que los talibanes aspiran a un emirato, mientras que los del ISIS procuran un califato.
El emirato impera en un país y el califato es un imperio. Sin embargo en ambos casos, son un peligro para la humanidad.

En la historia, el gran salto en nuestra civilización se da con la finalización de la época medieval se da con la Revolución Francesa, cuando el antiguo régimen es derrocado por los "iluministas", inspirados en los enciclopedistas, quienes proponen la vuelta al respeto al ser humano, no importando su condición social, económica, política o religiosa, bajo la divisa de la Libertad, Igualdad y Fraternidad.

La libertad y la igualdad ante la ley son principios fundamentales del Estado de derecho, que establece que todas las personas son iguales ante la ley y que esta debe ser aplicada de manera justa e imparcial, sin discriminación alguna. Estos principios son esenciales para garantizar la protección de los derechos y libertades individuales en una sociedad democrática.

El ISIS y sus fanáticos religiosos

La importancia de la fraternidad radica en que fue vista como un medio para lograr la unidad y la solidaridad entre los ciudadanos, lo que se consideraba esencial para el éxito de la Revolución. La fraternidad también se consideraba un antídoto contra las divisiones y conflictos internos que habían debilitado a Francia en el pasado.

Además, la fraternidad se asociaba con la idea de una sociedad más justa y equitativa, en la que los ciudadanos estaban dispuestos a ayudarse mutuamente y a trabajar juntos por el bien común. En este sentido, la fraternidad se consideraba un valor moral y social que debía ser cultivado y promovido en la sociedad.

En estos días, con la sola mención de "reforma, desarrollo o transformación en el modelo educativo de nuestro país", saltan los "talibanes" y toda la hueste de "fanáticos" que ven amenazadas sus ideas de "dios, patria y familia".
Y no sólo eso, como los nazis  y los fascistas italianos, estos modernos inquisidores, empiezan a "marcar a los posibles ministros o viceministro" con la finalidad de encontrar "el pelo en la sopa" con el fin de "escracharle en las redes sociales" y de esa manera, terminar con la intención de poner las personas adecuadas y bien formadas en los ministerios.

Los que creemos en la libertad, la igualdad y la fraternidad, debemos combatir a los fanáticos, los ignorantes y los ambiciosos que quieren copar el estado, para destruir la democracia que, con sus imperfecciones es el mejor sistema político que tenemos.
Que los principios de los Revolucionarios Franceses del 14 de julio de 1789, sean la inspiración para aquellos que queremos un Paraguay más Libre, menos Desigual y más Fraternal.