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miércoles, 10 de noviembre de 2010

22 millones

Fuente: http://hablandoconmiculocambio.blogspot.com/2010/11/22-millones.html

 

miércoles 10 de noviembre de 2010


Eso es más o menos lo que cobra un diputado (lo escribo en minúsculas, sin demostrar respeto), en Paraguay. Aproximadamente son 4.500 U$, en un país donde una persona que trabaja al menos 9 horas bajo diversas condiciones gana como sueldo mínimo, menos del 10% de ese monto.

Menos del 10%!!!

Menos del 10% y debe sufrir día a día el trajinar de un transporte público pésimo. Venir a su lugar de trabajo en el colectivo a veces por más de una hora a pie, abarrotado de gente, sufriendo hurtos debido al apiñamiento. Venir a su lugar de trabajo y llegar tarde por culpa del embotellamiento, de los cortes de calle por las manifestaciones, por la lluvia, etc, y con ello recibir castigos en el trabajo, en detrimento de ese 10%.

Menos del 10% y con eso debe sobrevivir mes a mes haciendo compras en una "canasta familiar" que decide aumentar sus precios sigilosamente con el correr de los días, o las semanas.

Menos del 10% y con eso deben sufrir un servicio de salud que en la mayoría de los casos es pésimo y en el mejor de los casos es benevolente si un "amigo" le consigue una atención más rápida y completa, sobrepasando el orden de llegada o la igualdad que corresponde a todos. Algunos optan por el servicio de salud privado, aunque eso es muy caro, y ese 10% se reduce aún más.

Así uno prefiere no enfermarse.

Yo creo que ante todo eso, con ese menos del 10% es tan tenue y delgala la línea que impulsa a delinquir, a corromperse, a corromper la sociedad, o bien meterse en política que es lo mismo.

Digo yo, que si me toca ganar 22.000.000 Gs. al mes (4.500 U$), tendría mucha cola de paja en mi situación. Mucha cola de paja y trataría de hacer mi trabajo. En realidad no trataría, sino que lo haría, y sólo trataría de hacerlo mejor.

Me daría un gran cargo de conciencia ganar 22.000.000 Gs. al mes, sin pagar impuestos, teniendo un vehículo del año, sin pagar el combustible para movilizarme, sin la obligación de asistir al menos esos 5 días laborales de la semana a mi lugar de trabajo.

Mucho cargo de conciencia, mucha cola de paja. No dormiría tranquilo sabiendo que tengo todo ese beneficio y que puedo aprovecharlo porque al resto de mi gente no le molesta y no se manifiestan ante ello.

Mucho cargo de conciencia al saber que la empresa donde yo trabajo no genera dinero vendiendo productos o haciendo servicios, sino que ese dinero que mi empresa genera, viene de los impuestos que paga esa gente que gana menos del 10% de lo que yo gano.

No dormiría tranquilo sabiendo que puedo recibir coimas para acelerar procesos, que puedo tener negocios turbios y pertenecer al hampa bajo el manto protector de la ley que me convierte en intocable, que soy una figura venerable.

No, no podría dormir sabiendo que llevo una vida fastuosa, que trabajo mucho, mucho menos de esas 9 horas, que no tengo un jefe que controle mi trabajo y si lo hago bien, que no debo sufrir por venir parado en un colectivo, que no necesito pagar por esa básica canasta familiar del mes sino que yo mismo elegir lo que quiero comprar porque me alcanza y me sobra, que no necesito pagar mis impuestos, que por más que la prensa desnude mis falencias la gente igual se encuadrará ante mí y me deberá respeto en las calles, que a pesar de no haber presentado e impulsado suficientes propuestas de leyes o haber hecho de forma excelente y recordable mi función la gente igual me votaría por varios años más escondido debajo de una lista para que continúe teniendo esa vida fastuosa.

Pero no podría dormir tranquilo, no podría decir todos los días "mañana nomás voy a preocuparme de hacer esto" y así prosigue mi función y aplazamiento del trabajo para otro momento hasta que llegan las temporadas de elecciones y sólo me preocupo que me toque mi parte de la torta y me olvido del trabajo.

No podría dormir tranquilo sabiendo que ante todos los beneficios citados y lo leve y sumisa que pueda ser la gente permitiéndome llevar esta vida, ahora puedo ganar más de esos 4.500 U$, sí, leíste bien: recibir un aumento de más del 50% de lo que gano.

Mucho cargo de conciencia y cola de paja ante ese "premio" inmerecido, que me obligaría a no asistir a eventos sociales, a no ir a un teatro, a no ir a un concierto, porque no podría soportar las miradas de rechazo de las personas, por más que quienes me inviten se inclinen ante mi presencia y otros me aplaudan enceguecidos porque pertenezco a su mismo partido.

No podría dormir tranquilo ante este atropello a mi 10% mensual sobre el sueldo del diputado y teniendo que sufrir lo que paso día a día, y sabiendo que a este grupo de gente va parte de mi plata y de muchos compatriotas.

No podría dormir tranquilo leyendo todo esto y sabiendo que está en mí mismo, levantarme de mi silla y manifestar mi rechazo ante esta desigualdad.

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