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lunes, 24 de enero de 2011

Las redes sociales son un complemento idóneo para la formación de periodistas

Foto: Radio Educación
Susana Herrera Damas, profesora e investigadora de la Universidad Carlos III de Madrid, conversó con nosotros sobre la formación de periodistas, las redes sociales y la investigación en línea.
Susana es también blogger y una tuitera que no podemos dejar de seguir.
¿Está cambiando la enseñanza de periodismo en las universidades de Iberoamérica?
No tengo detalles sobre la situación concreta por facultades y países en Latinoamérica. Imagino que los ritmos serán diferentes y que, como en las facultades españolas y también en las redacciones, habrá un grupo de personas más sensibles a estos temas que lideren el cambio, a la espera de que éste sea definitivamente asumido por la mayor parte.
En cualquier caso, lo que veo es que la situación actual es irreversible y que, desde las facultades y escuelas de periodismo, debemos hacer todos los esfuerzos posibles no sólo para adaptar nuestros temarios sino para acompañar el cambio e incluso para intentar estar en la vanguardia de él. Sería estupendo que aprovechásemos la mayor perspectiva que nos permite la academia para sistematizar el conocimiento que se va generando desde la profesión, y para intentar prescribir lo que se debería hacer, aunque al principio sólo podamos aportar colecciones de buenas prácticas, por ejemplo.
Aún así, creo que también es importante recordar que, en la enseñanza del periodismo, hay cosas que no deberían cambiar: los valores noticiosos, la necesidad de verificar, el afán por encontrar la verdad, el valor del estilo, la importancia de saber preguntar, la grandeza de las buenas historias, la conveniencia de presentar la información de la manera más atractiva posible, los grandes principios éticos, y un largo etcétera.

¿Crees que las redes sociales son útiles para la enseñanza del periodismo?

Sin duda. Su rapidez, versatilidad y sencillez las convierten en un complemento idóneo a la formación más tradicional. En este sentido, agradezco y celebro mucho la generosidad de muchos profesores de comunicación que prolongan su vocación docente a través de redes como Twitter o Facebook, de la menos conocida Academia o también mediante el proyecto Open Course Ware. No quisiera citar nombres porque sería injusta con aquellos de quienes me pueda olvidar, pero todos sabemos quiénes son. También admiro mucho cómo aprovechan las redes escuelas virtuales como Clases de Periodismo, Sala de Prensa, Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano, el Centro Knight de Periodismo para las Américas o ICFJ, entre otras. Creo que todo suma y los desvelos de unos y otros ayudan a capacitar a estudiantes y periodistas para recuperar la profesión y dignificarla.
¿Qué red social crees que es la más importante para los periodistas?
Es complicado escoger sólo una porque las funcionalidades son diferentes y porque el planteamiento mismo de las redes tiende más a sumar que a restar. De momento, me quedaría con Twittter y Facebook. Con Twitter, por su ubicuidad, instantaneidad y sencillez para encontrar información, difundirla, conversar con la audiencia y enlazar a contenido externo. Facebook me parece ideal para estrechar la relación con los usuarios. Por lo demás, creo que es necesario y positivo que los medios y sus periodistas estén en estas dos redes. Sin embargo, me temo que todavía no es suficiente ya que, además de difundir información y promocionar sus contenidos, deberían conversar con la audiencia y perder el miedo a enlazar contenido externo, si éste puede enriquecer la propia contribución. Por lo pronto, sin embargo, sólo tenemos evidencia del primer uso. Aun así, yo confío mucho en la capacidad de aprendizaje de los periodistas y espero que los directivos sepan crear suficientes incentivos con los que motivar a los profesionales para incorporar esta nueva mentalidad, sin necesidad de recurrir, una vez más, al archiconocido “todo por el mismo precio”. En fin, ojalá seamos capaces de encontrar pronto modelos de negocio sostenibles y rentables que puedan paliar la grave situación laboral actual. Sin duda, ésa es la parte más dolorosa de todo lo que estamos viviendo.
¿La llegada de Quora nos cambia el escenario?
Me encanta Quora. Creo que su gran acierto es sistematizar conocimiento de forma colaborativa a través de un recurso que siempre ha tenido un gran éxito como es el de preguntas y respuestas. Y todo ello en un entorno de comunicación que es a la vez uno a uno, uno a mucho y muchos a muchos, que se puede almacenar y recuperar, y en el que uno puede seguir preguntas, temas y usuarios. Brillante.
Espero que la aplicación en español salga pronto, porque siempre perdemos matices en los atajos que buscamos al tenernos que expresar en un idioma que no nos es propio. Además, los reparos respecto a la falta de recursos para moderar en otros idiomas reflejan cierta desconfianza hacia la autorregulación de los contenidos por parte de los mismos usuarios que me resulta algo impropia de estos tiempos. Con esa salvedad, todo lo demás me fascina.
Aun así, no creo que se vaya a superponer a la mayor implantación y popularidad que ya tienen Facebook y Twitter, también porque sospecho que Quora llega en un momento en el que mucha gente empieza a sentir que a sus días ya no les cabe una red social más. Por eso, me parece que esta nueva red no va a cambiar el escenario en el medio plazo aunque, sin duda, se trata de un nuevo agente con un enorme potencial, también en lo periodístico, del que deberemos estar muy pendientes.
LA RADIO Y LA INVESTIGACIÓN ONLINE
¿Cómo benefician las aplicaciones 2.0 a la radio, un tema que vienes investigando?
Creo que el principal beneficio es el de desafiar la estabilidad que ha vivido la radio en los últimos años; una estabilidad que ha ido acompañada de cierto inmovilismo en la narrativa y de demasiada homogeneidad en la programación, al menos en España. En este sentido, la llegada de nuevos sistemas de distribución de audio -como los podcasts-, de nuevos modelos de negocio -como el que propone Spotify para la música- y la consolidación de las redes sociales plantean nuevos retos y oportunidades. De momento, detecto ciertos signos positivos de querer estar presente en las redes, por una amplia diversidad de motivos que van desde el simple mimetismo hasta la firme convicción. Sin embargo, tal como hemos podido comprobar en algún estudio, el uso que las emisoras generalistas españolas hacen de Twitter es aún muy incipiente. El año pasado tuve la oportunidad de realizar una estancia de investigación en Ottawa y pude comprobar que, en Canadá, la situación también era muy similar. Por tanto, insisto, me parece positivo que estén, pero todavía tienen que trabajar mucho para conversar, enlazar, y también para integrar algo más el discurso de las redes con el de la antena, para que ambos no transcurran en paralelo, como ahora. Estoy segura de que la radio será capaz de adaptarse a esta nueva situación, tal como lo ha hecho en tantos otros momentos, pero es importante que sea consciente de que este desafío tampoco es menor.
¿Se puede hacer investigaciones en línea con el apoyo de los usuarios?
Desde luego creo más en el crowdsourcing que en el denominado periodismo ciudadano. Obviamente, estoy a favor de las diversas formas de participación de los usuarios en el contenido de los medios, pero de ahí a equiparar su labor con la que llevan a cabo los periodistas profesionales…El crowdsourcing, la externalización de la producción periodística recurriendo a la información que poseen los usuarios, me parece un concepto más acertado porque subraya la conveniencia de guiar la participación con un propósito concreto, frente a la idea de participar simplemente por participar. Además, esta práctica recuerda la importancia del papel mediador del periodista para verificar la información con rigor, ordenarla y ofrecerla. Mi respuesta es que sí se puede y que las redes ofrecen también nuevas posibilidades para esto, tal como certifican los ejemplos más recientes. Asimismo, creo que se trata de un escenario en alza para la investigación periodística, tanto por la novedad de los temas a que da lugar, como por los mayores costes que implica la investigación periodística tradicional. Una vez más, la imaginación del reportero resulta clave a la hora de plantear un proyecto de este tipo.
LA RED OFRECE GRANDES RECURSOS PARA APRENDER
¿Qué recomendarías a los periodistas que todavía se resisten a aprovechar Internet?
Les diría que están desaprovechando una magnífica oportunidad para encontrar nuevos temas y enfoques, para realizar investigaciones periodísticas y para visibilizar su trabajo ante más consumidores más exigentes. La buena noticia es que todavía están a tiempo de sumarse, antes de que la brecha resulte ya insalvable. Donde hay voluntad siempre hay un camino y la red está llena de tutoriales, recopilaciones, consejos, pautas y recomendaciones excelentes, para gente con ganas de aprender. Lo importante es la actitud. Sería genial que estos periodistas la modificaran y se hicieran con unos conocimientos mínimos que les permitiesen ir aprendiendo de modo autodidacta, como hacemos los demás, por cierto. Todos estamos aprendiendo.
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Coincido en que wwwhatsnew es un blog indispensable para estar al día del frenético ritmo con el que salen al mercado nuevas aplicaciones, servicios, y dispositivos. Creo que uno de sus mayores logros ha sido el de haber sabido encontrar un equilibrio a la hora de divulgar la información entre auténticos expertos y simples aficionados, de modo que ambos salgan enriquecidos. Pero, en realidad, todo el mérito es de Juan Diego Polo y del resto de colaboradores. Yo intento realizar un par de actualizaciones a la semana sobre aplicaciones que hagan más cómoda, sencilla y amable la vida de la gente, aunque con una periodicidad bastante más irregular de la que me gustaría. En fin, la vida. En cualquier caso, me sigue pareciendo insuperable Google Reader para las actualizaciones de los diferentes sitios que cada uno haya identificado como claves y Hootsuite para Twitter. A su vez, en ambas aplicaciones, la autoridad de la gente a la que se sigue continúa siendo un factor decisivo para no morir sepultado por la avalancha de información que todos experimentamos. Más que de herramientas tecnológicas, se trata por tanto de una cuestión de criterio. Parafraseando un fantástico anuncio, de elegir bien quién nos guía.

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