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jueves, 15 de enero de 2015

YO NO SOY CHARLIE, NI LO QUIERO SER

Desde siempre he sido partidario de la total libertad de criterio. Esto nació ya, con la enseñanza europea que mi familia me proporcionó. 

Pero fue el libro "El Contrato Social" de Jean Jacques Rouseau, quien me marcó a fuego. 

Hoy todos hablan de la libertad de expresión, y da gusto ver como se llenan la boca con dulces palabras, pero huecas al fin. No existe libertad de expresión si no se involucra al respeto y a la ética, sin esto es simplemente una ofensa gratuita. 

Odio la violencia de derecha, de izquierda, de arriba o de abajo, y no la justifico de ninguna manera y en ninguna circunstancia.

Sin embargo, en el caso de CHARLIE, todos los supuestos chistes esconden odio, racismo, recursos muy bajos en contra de una minoría, pero por sobre todo, se hieren sentimientos religiosos muy íntimos. 

Los occidentales no conocen la hipersensibilidad que los musulmanes sienten por sus preceptos religiosos, ya que todo su mundo gira en torno de eso. 

No justifico callar con balas a quienes ofenden gratuitamente, pero tampoco puedo estar del lado de los supuestos humoristas, quienes escudándose detrás de simples palabras como “LA LIBERTAD DE EXPRESIÓN” tienen el piedra libre para hacer y decir lo que se les viene en ganas. No hablo de censura ni de auto-censura porque eso también es un arma de doble filo. 

Todo tiene su límite. Teniendo sobre mi escritorio, alrededor de 30 chistes de tapa, los miro una y otra vez y no le encuentro gracia.

Repudio la masacre pero también la ofensa gratuita. Ahora mismo, luego de la masacre y cuando el cuerpo de sus compañeros aún no se han enfriado, han vuelto a editar a la revista con el mismo estilo y del que ya han vendido 3 millones de ejemplares. 

Evidentemente que no toman en serio, nada que se le ponga enfrente. Incluso nuevas amenazas de muerte. 

Uds que siguen una carrera universitaria, especialmente los chicos que cursan la carrera de Comunicación, esto de CHARLIE, no es un ejemplo a seguir. 

Pueden escudarse detrás de la ética (aunque sea una pieza de museo) y del respeto mutuo. Van a tener con el tiempo un gran poder en sus manos, úsenlo pero no abusen de él. 

La broma es para que dos o más personas se rían al mismo tiempo, pero si una sola es la que se ríe ya no es una broma, es simplemente una vil ofensa.

1 comentario:

agustin solis dijo...

Estimado Ricardo, las veces que hablas solo hablas una gran verdad cargadas de sabias enseñanazas;el mundo de los hombres de hoy pareciera no tener limites en sus vidas, se ha perdido el respeto y el reconocimiento del "otro" de quien no podemos prescindir por más que querramos; sin el otro no somos nadie ni nada; quien da sentido y vida a nuestra vida es el otro, la existencia y la experiencia del "otro", Hasta pronto y una vez mas felicitaciones.