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martes, 28 de septiembre de 2021

La presencia de las ausencias

Por Salvatore Brienza
La vacunación de la población es el motivo por el cual estamos saliendo, gradualmente, del encierro ocasionado por la Pandemia del Coronavirus..
Aquí no hubo misas, ni rosarios, ni "milagros de pastores que expulsan demonios" en sus templos.
En esta pandemia nos salvó la ciencia.
Las oraciones, meditaciones y recomendaciones a dioses o santos ayudaron al espíritu, pero no pudieron contra el COVID-19.
Sé que, a muchos, les molestará lo que están leyendo, pero no debemos olvidar que la gente que ha partido de este mundo material lo hizo por la falta de infraestructura en salud y no por no haber rezado.
Son muchas las ausencias que se hacen presente en estos días en que empezamos a volver a la "normalidad".
Para muchos, es doloroso haber perdido familiares y amigos, tíos y primos, vecinos, hermanos y padres o ver en la televisión familias destrozadas porque se han endeudado para cubrir los gastos médicos de sus enfermos.
Esa es la realidad de la "nueva normalidad".
  • No debemos olvidar a los más de 16.000 muertos que, en Paraguay, fueron llorados por sus familias y,  por detrás, toda la nación.
  • No debemos olvidar que la culpa es del sector político que distribuye el dinero del Presupuesto General de Gastos de la Nación, dando prioridad a sus amigos, familiares y amantes utilizando recursos del pueblo.
  • No debemos olvidar que la precariedad con que seguimos enfrentando nuestros problemas de salud tiene que ver con la "desequilibrada" manera de recaudar dinero del contribuyente y la mala distribución en el gasto público.
  • No debemos olvidar que cada político, sea concejal municipal o el presidente de la republica tiene sobre sus hombros más de 16.000 muertos.
  • No debemos olvidar que cada uno de esos muertos no recibió la atención que se merecía, porque nunca se pensó en invertir en infraestructura adecuada, en medicamentos, en formación del personal de salud.
  • No debemos olvidar que muchos médicos del sector público están asociados a sanatorios y hospitales privados y que se benefician con los pacientes que derivan del público al privado.
  • No debemos olvidar que los gastos de enfermos derivados a los sanatorios y hospitales  privados lo pagamos los contribuyentes.
Por éstas  y muchas razones más, debemos hacer PRESENCIA de cada una de las muertes que tuvimos, sean familiares o no, vecinos o no, amigos o no y deben hacernos reflexionar sobre esa AUSENCIA que tenemos por culpa de los políticos que prefieren "ayudar a sus amigos empresarios", "a empresas de sus correligionarios", etc.
La PRESENCIA de las AUSENCIAS es la clave para no volver a repetir los mismos errores.
Muchas sillas estarán vacías en la mesa de fin de año.
Muchas familias no estarán alegres por esas AUSENCIAS.
Muchos compatriotas mirarán al cielo, recordando a sus muertos.
Pero nunca debemos olvidar que, al haber elegido las autoridades que tenemos, TODOS SON TAMBIEN NUESTROS MUERTOS.

1 comentario:

michel dijo...

Existen familias que han desaparecido, lastimosamente no se vislumbra un Estadista que inicie un cambio en el manejo de los recursos públicos.