LOS PUTOS Y LOS NO TANTO. (Y Rogelio como anécdota)

Por Salvatore Brienza

Es  muy fuerte el título de este escrito, verdad?.
Pero esa es la realidad que están viviendo, los homosexuales, indígenas, niños de la calle, prostitutas, mendigos, campesinos sin tierra y toda la gente excluida de la sociedad.
Una dura realidad que es como un muro de piedra donde se funden y confunden ideas, ideologías, doctrinas religiosas y éticas, e incluso, fanatismos irracionales que dejan de lado a la ciencia. Un muro, donde no hay forma de encontrarnos como seres humanos que somos.

En estos días, recorren varios mensajes en las redes sociales (Facebook, Wathsapp y otros) donde se discute, la homosexualidad, el matrimonio igualitario, la promoción de la diversidad de opciones sexuales, etc. Es importante, analizar esta situación y quiero que entremos a reflexionar.

Si nos ponemos del lado de la religión, vamos a encontrar que todo está mal, con estas opciones sexuales porque, entre otros argumentos, atacan los valores y principios de la familia. Las doctrinas religiosas, en general, son de un dios que es amor, caridad, bondad, respeto, cariño. Pero las prácticas religiosas, se limitan a mencionar a un dios “muy limitado” al capricho de otros seres humanos, sean pastores, sacerdotes, imanes o practicantes, donde si no es lo que ellos piensan, eso está mal. Es el dogma de la fe. El argumento de los fanáticos. Y los debemos de respetar.
Pero de la misma manera en que ellos quieren que se respeten sus derechos religiosos, étnicos, etc., deben aprender a respetar el de los demás.

La ciencia y la ley

Si vamos por el lado de la ciencia. No existe nada que impida a dos hombres o mujeres, tener sexo o convivir juntos o casarse, si quieren. Lo que no podrán hacer es tener hijos, de manera natural, como lo hacen personas de sexo diferente.
Aquí, hago un paréntesis. La ciencia ha demostrado, que en el proceso de gestación los embriones humanos no tienen un sexo definido sino hasta las 6 u 8 semanas. A partir de ahí, el clítoris se convierte en pene y se empiezan a formar los órganos sexuales. Se diferencian los sexos de los seres humanos. Hay casos, naturales, en que seres humanos desarrollan ambos sexos al mismo tiempo. Esto es conocido como “hermafroditismo”. Pero siguen siendo seres humanos. Si es por cuestiones de género, todos fuimos mujeres en nuestros primeros estadios de vida y en ese proceso natural, como dijimos, adquirimos el sexo masculino o femenino.
Las religiones nunca explican cosas de la ciencia. Porque la ciencia, siempre usa la razón, la lógica y por sobre todo, la demostración. La religión, nunca podrá demostrar la existencia de un dios, sino es por el dogma de la fe. Y aclaremos que la fe, no es ciencia. Es una creencia.

Me dijeron que la familia va ser destruida, si se aprueban las famosas “leyes LGTB”.
Les digo que “sin ley LGTB”  es evidente que la familia está destruida. Es cuestión de mirar las noticias. Padres que violan, matan hijos o embarazan a sus hijas, sistemáticamente. Maridos y esposas teniendo sexo fuera del matrimonio. Maridos que agreden y matan a sus esposas, por celos, borrachera. O simplemente, por ignorancia. Jóvenes que se suicidan, porque sus padres no los aceptan como son o no aceptan que puedan querer a tal o cual persona, por no tener las mismas condiciones económicas que ellos. Niños que son violentos con sus hermanas, porque ven la violencia en sus casas. Varones y mujeres que comulgan en las iglesias, participan de los cultos religiosos y luego tienen “amantes, varones, mujeres e incluso menores de edad”. Y luego dicen, “estos putos van a destruir la familia”.
Hipócritas
Nuestra sociedad está llena de hipócritas que dicen “Señor, señor" en los templos y se persignan frente a su dios. Pero al salir del culto están pensando en cómo engañarle a sus esposas, empleados, joderle la vida a su empleada doméstica o al jardinero.

Muchos, no todos, son pedófilos, violadores de niños, golpeadores de mujeres y degenerados en serio. Se refugian en las religiones para calmar sus perturbadas mentes o buscar nuevas víctimas. Aclaro que hay gente que va, porque tiene “buena fe” y se los ve de lejos.
En particular, me resulta divertido, saber quién es quién en la sociedad. Se les nota en la cara lo degenerados que son. Pero ellos son de la iglesia, del centro familiar, del amor misericordioso, del amor divino.
Todos sabemos lo que hace el párroco de la iglesia, con el dinero del templo de Dios. El pastor con el diezmo de Dios. Ninguno de ellos hace caridad, por voluntad propia.
Bueno, debo ser justo, hay muchos sacerdotes, pastores y clérigos que practican el amor a la humanidad. El verdadero amor al semejante.

Pero muchos de ellos, viven la vida sin penurias. Con hacer una misa, o recoger el diezmo, ya pueden pagar el auto de la parroquia o del pastor.
REALISTAS

Si queremos superarnos, debemos aprender a ser realistas. Si te vas a la iglesia o al culto todos los domingos o sábados o días que te vayas, debes mejorar. No podes salir sin entender el mensaje de tu Dios. Y el mensaje de tu Dios, no lo dijo el Pastor, el Sacerdote, el Rabino  o  Ayatollah, te lo dice dios…, que no está lejos, ni quedo encerrado entre las paredes del templo. Esta enjaulado dentro tuyo, enjaulado por tu ignorancia, tu fanatismo  y tu hipocresía.

Porque debes de ser ignorante, al pensar que dios te dice “no mires a ese niño de la calle que sufre el frio, el hambre o  calor”, “no ayudes a tu vecino pobre que hoy no tiene que comer”, “no ames a tu prójimo, porque viste diferente”. Si ese es tu dios…, es un dios muy limitado.
Es amor de dios, sea de la fe que sea, siempre es un amor incondicional. No existe el “te amo, sí y solo sí, piensas como yo”. El amor debe ser a alguien como yo, un ser humano y nada más.

(Aquí finaliza mi reflexión, lo siguiente es sólo para los curiosos)

ANÉCDOTA PARA FINALIZAR

(A la memoria de ROGELIO)

Recuerdo que en una oportunidad, viajando a Buenos Aires, me toco viajar con el fallecido Obispo de Ciudad del Este. Iba con un secretario, que más bien parecía un guardaespaldas, que le cargaba el maletín diplomático. Recuerdo que el Monseñor, con su ropa toda negra, su cruz de plata colgada del cuello y su anillo de oro, se sentó en primera clase. Tomo whisky durante el vuelo.Se fue al baño varias veces y durmió una parte del trayecto.  

Si empieza a caer el avión - pensaba- ¿Cuál va ser la reacción del Obispo?. Espero que no se desespere. Si él, que habla con y en nombre de Dios, se asusta de la muerte, ni me imagino lo que pasara de nosotros, los simples mortales.

Llegamos a Aeroparque. Recuerdo que había problemas sindicales y tuvimos que bajar del avión y tomar un colectivo para ir hasta la terminal aérea.

El “mensajero de Dios” sudaba la gota gorda, con el calor seco del Plata. Me fijaba en él. En ningún momento, le habló a nadie, solo con “su Secre”. Había niños, ancianos y alguna que otra embarazada. Pero él nunca les saludó. Era el “príncipe de la iglesia” que caminaba entre nosotros. Era el "elegido" que dormía en la curia obispal de Ciudad del Este entre sábanas de seda y tomaba vino importado. Y ahora, ¿donde está toda esa “petulancia y altanería”?. Ese hombre de dios que permitió encuentros sexuales entre sacerdotes y seminaristas en su Instituto privado. Ese hijo de dios que mantuvo en su feudo a sacerdotes españoles pedófilos y torturadores de la dictadura argentina. Que muriò, misteriosamente. Ese hombre que es defendido "con capa y espada” por los fanáticos de su “secta cuasi cismática”. Ese hombre alto, grande y de ojos claros, casi de raza aria. Saben donde està. Pudriéndose bajo tierra, del cementerio que mando construir con el dinero que le dieron desde el estado y nunca rindio cuentas. Bien muerto por complicaciones hepáticas, como un gran bebedor de vino y whisky.

No sé, si esperándole a Jorge Bergoglio (Papa Francisco), en la antesala de dios, para el careo correspondiente por haber sido “suspendido por rebelde”. Pero es seguro que debe estar en algún lugar. Espero que no esté en otro lugar donde hace más calor que aquella tarde en Aeroparque.