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viernes, 4 de febrero de 2022

UN PAIS DESORGANIZADO

Por Salvatore Brienza
Lo sucedido en el Ja'umina Fest demuestra la total desorganización del estado paraguayo en temas tan sensibles como la Seguridad Pública y el control de las autoridades en eventos con mucha concurrencia.
Durante casi 10 años que me tocó ser colaborador de una empresa multinacional, y durante la mitad de ese tiempo, me dieron la responsabilidad de ser "Supervisor de Logística y Distribución". Entre, algunas, de mis tareas estaban la de supervisar el almacenamiento, transporte y "Prevención de incidentes" en los depósitos. Nada complicado, aparentemente. Era completar planillas y remitir informes.
Pero sabiendo de la precariedad con el cual se trabaja en muchas empresas nacionales, lo aprendido en la multinacional, más el curso de Seguridad Industrial y Salud Ocupacional en el SNPP, me dieron la amplia visión de lo que se debe y no se debe hacer en determinadas situaciones.
Y ahí se complica la cosa.
En una oportunidad, cuando nos tocó hacer un "Simulacro", comprendí la magnitud del problema en caso de sobrevenir un incendio o algún incidente de mayores características.
Este simulacro sencillo -recuerdo- implicaba coordinar con la administración del Parque Industrial, los Bomberos Voluntarios, la Policía Nacional, la Patrulla Caminera, el MADES (ex-SEAM), SENAVE , MSPYBS e incluso con los Militares.
Un simple incendio en un depósito de agroquímicos, donde trabajan 8 personas, puede convertirse en una catástrofe de magnitudes épicas.
Ahora bien, yendo al tema del Ja'umina Fest.
¿Nadie previó las medidas de seguridad más importantes para un evento con más de 20.000 personas?
¿Qué controles se dispusieron en las entradas?
¿Qué medidas preventivas se estudiaron en caso de un incidente?
¿Cuál era la ruta de salida de emergencia?
¿Cuántos profesionales de Seguridad estaban implicados?
¿Cuántas ambulancias había?
¿Qué hospitales estaban avisados y preparados para recibir personas con insolación, intoxicadas con alimentos, bebidas o, el peor de los casos, por herida de bala?
¿Cuál era la formación del personal seguridad en el evento?
¿Cuál era el procedimiento a realizar con la Policía Nacional?
No les voy a aburrir con preguntas, pero siempre debemos de analizar el papel y la responsabilidad de los Municipios en este tipo de actividades privadas.
Muchas veces, los Intendentes con el afán de atraer turistas o generar ingresos económicos en sus ciudades, no ven los problemas que se presentan al "autorizar" eventos de gran envergadura.
El "peichante" (Así nomás) y el "vai vai" (Mal que mal) es parte de nuestra cultura mediocre y autoritaria.
Hacer un evento de calidad lleva su co-responsabilidad de parte de las personas que autorizan la realización del mismo en el municipio.
El caso más emblemático sucedido en un concierto fue el del cantante Indio Solari en el municipio de Olavarria (Argentina), donde 2 personas murieron por asfixia, al ser aplastadas por la cantidad de personas que estaban en el predio.
Este mismo fue habilitado por la organización para 155.000 personas y se calcula que estuvieron más de 245.000 personas en el sitio.
Es decir, un municipio que tenia 111.320 habitantes estaban recibiendo a 245.000 personas más. El doble de su propia población.
Y a pesar de que la organización del evento previó determinadas medidas de seguridad, lo que no se vió es lo que determinó la tragedia. Es decir, no tener corredores de salida rápida para urgencias, la falta de personal suficiente para rescatar a desmayados o heridos, y muchos otros factores que colapsaron, antes durante y después del show.
En el caso de la propia ciudad, las estaciones de servicio quedaron sin combustibles, los baños públicos colapsaron, los supermercados y tiendas quedaron sin productos alimenticios, los almacenes de barrio desabastecidos y un montón de hechos que fueron socavando la capacidad de reacción de las autoridades municipales y de la provincia.
Si transportamos a nuestra realidad, es casi lo mismo que sucedió en el Ja'umina Fest. 1
La autorización estaba. El Municipio de San Bernardino ganó su alícuota parte en las ganancias de las entradas, en publicidad y propaganda, pago de cánones por eventos públicos, etc.
Pero nadie previó medidas de seguridad externa para el control de armas, acceso de drogas, salida de emergencia para ambulancias, salidas de emergencia del público, ubicación de hospitales más cercanos alertados, prevenidos y con personal e insumos suficientes en caso de una catástrofe, ayuda de Bomberos voluntarios, la Cruz Roja, la Patrulla Caminera o ambulancias del MSPyBS y claro, el acompañamiento externo e interno de la Policía Nacional y la SENAD y sus servicios de inteligencia.
Toda esta falta de prevención determinó que la improvisación, luego del atentado a dos delincuentes con frondosos antecedentes y con las victimas colaterales, terminara en una tragedia de enormes proporciones para el país.
Y para terminar, dos días después en un encuentro de fútbol en la ciudad de Carapegua, unos aficionados lanzaron petardos 12x1 hacia un pastizal, lo que genero un incendio que acabó consumiendo autos de aficionados que iban al evento.2
¿Por qué improvisamos?
¿Por qué dejamos pasar las cosas, creyendo que no nos afectará?
Y la respuesta está en la cultura del "no te metas", "si no te afecta, no molestes" o "estamos en Paraguay".
Nadie quiere enviar a sus hijos o familiares a un concierto o encuentro deportivo dónde algún desubicado o desubicada empiece una tragedia.
Porque a pesar de que pueden encontrar al o los  asesinos del Ja'umina Fest, la co-responsabilidad es del estado y sus autoridades.
Si las autoridades municipales, gobernaciones y el gobierno central no se ponen las pilas para organizar en serio el país, siempre estaremos viviendo en zozobra y dirigidos por mediocres e improvisados que hacen lo que quieren, y los únicos perjudicados siempre seremos los que creemos que estamos bien representados.
Esto debe cambiar.

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